REFLEXIONES LIBERTARIAS
¿NUEVA
REPUBLICA, O FRONTERA MILENIO?
Ricardo
Valenzuela
De
nuevo el Prof. Charles Truxillo, atrincherado en la Universidad de Nuevo México,
causa gran agitación al informar el avance de su movimiento para la creación de
un nuevo país conformado por los estados del sudoeste de los EU y los del norte
de México. Asegura el proceso se llevará a cabo en los próximos 50 años
integrado los estados de Texas, Nuevo Mexico, Arizona, California, el sur de
Colorado en los EU. Y los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua,
Coahuila, Sinaloa en México, ¿su nombre? La República del Norte.
Pero aclara
esto no será el resultado de una guerra civil, sino de presiones electorales de
la mayoría latina que estará configurando los EU. Obviamente sus comentarios no
ayudan a el deslice total del proyecto migratorio puesto que es el gran temor
de sus detractores quienes, con estos nuevos reclutas, ven engrosar el ala
socialista del partido demócrata y ahora separatista.
Truxillo
toma entonces la bandera chicana y levanta su voz en contra de esa anexión de
Nuevo Mexico a los EU, para reclamar los tratados de Guadalupe Hidalgo no
fueron respetados. Inclusive, va hasta repetir, una y mil veces, los Estados de
la Unión Americana, de acuerdo con la constitución de 1777, tienen el derecho
de retirarse de su pacto federal cuando lo consideren conveniente invitando al
norte de México para hacer lo mismo.
En el
caso mexicano, hay muchos antecedentes de rebelión del norte en contra del
gobierno centralista. La revolución se inició en el norte y en un momento dado,
Villa en Chihuahua, Obregón en Sonora, y Carranza en Coahuila, manejaron sus
estados con gran autonomía. Los estados del norte estaban configurados por
descendientes de rancheros que habían combatido la ferocidad de los apaches y
luchando contra las inclemencias del desierto, les forjaba un carácter recio e
independiente. Los revolucionarios del norte peleaban por democracia, autonomía,
respeto a la propiedad privada. Los revolucionarios del sur peleaban por
tierra, por una reforma agraria y la expropiación de las haciendas.
A
cierto punto del conflicto, el mismo Villa estuvo promoviendo una reunión con el
poderoso senador americano, Fall, en donde el tema era la división de México
creando una nueva república configurada por los estados de Baja California,
Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Sinaloa. Pero la carta en la el
senador invitaba a Villa a conferenciar, cayó en manos del servicio secreto de
Carranza en El Paso, y ahí moría tal proyecto. Obregón, Carranza, Madero eran norteños
y nunca creyeron en uno de los postulados básicos de la revolución; la reforma
agraria. Sabían que destrozaría el país y al final del conflicto, el mismo
Villa había dejado de creer ella.
El Señor
Truxillo sigue tocado un tema por demás interesante, pero desde el punto de
vista equivocado. Parece representar el papel de un Sadam Hussein reclamando a
Kuwait como otra provincia de Irak, dispuesto a librar la madre de todas las
batallas. Durante años esta controversia ha despertado grandes pasiones.
Inclusive, uno de los motivos que se especula provocó el ataque a Columbus de
parte de Pancho Villa, es porque pensaba el presidente Wilson elaboraba planes
con Carranza para anexarse Chihuahua y Sonora, aprovechando el caos de la revolución
mexicana.
La
tonada de Truxillo suena como la de un chicano afiliado a la corrección política
izquierdista. Sin embargo, hay otros interesantes puntos de vista sobre el tema como el expuesto por Joel
Garreau en su obra “Las nueve naciones de América del Norte.” En ella nos
ofrece una visión más serena, optimista y conciliadora de lo que potencialmente
tiene esta interesante región. Garreau piensa ésta es la región con más
potencial del mundo.
El
autor, James Bennett, recoge el tema y propone el crear una gran zona libre en
donde se establezca un sistema judicial a la imagen del de Estados Unidos,
mercados libres, impuestos reducidos, gobiernos delgados y ágiles, inmigración
abierta, para así darle vida a mayor explosión económica, social y cultural de
la historia de la humanidad. Una región en la cual se de el espacio requerido
al ser humano para que su infinito potencial florezca. Bennett incluye los
estados de Sonora, Baja California Norte, Coahuila, Sinaloa y Chihuahua del
lado mexicano. Texas, Nuevo México, Arizona y el sur de California del lado
americano.
Hay
gran similitud de ideología y estructura entre los estados del noroeste de Mexico
y sudoeste de los EU. Desde su guerra civil, el sudoeste de los EU ha sido
independiente y alejado de los centros de poder de Washington. El noroeste
mexicano ha sido igualmente independiente tratando de alejarse de los centros
de poder del DF. El viejo dicho mexicano es sabio: “El norte trabaja, el centro
piensa, el sur descansa.”
Mike Orshan y un servidor, retomamos el concepto para
embarcarnos en la aventura de promover desarrollo económico de la zona
fronteriza. Orshan, quien fuera Secretario de Tecnología y Desarrollo del
estado de Nuevo México, es uno de los grandes expertos en mezclar esos dos
elementos, tecnología y desarrollo. Para ello hemos establecido la entidad MARSAUND
(http://www.marsound.com/) la cual,
entre otras acciones, ha iniciado presentando una serie de entrevistas con los
verdaderos conocedores de la frontera recogiendo sus experiencias. El grito de
batalla de nuestra organización es: “Construyamos puentes no murallas.”
Pensamos
la apertura de México no puede comportarse igual en todas sus regiones. El sur
anhela la mano autoritaria del PRI, el norte profundamente cree en federalismo
y la sociedad civil. El sur, especialmente el DF, cree en el mandato de la
plebe como sus macheteros de Atenco, el norte profesa instituciones emanadas de
la constitución. El sur suspira por el PEJE, el norte llora al Maquio
Clouthier. Por ello pensamos la conversión se debe iniciar en el norte para
luego extenderla y que mejor punto que la frontera.
Pretendemos
promover no una unión política, sino económica, social y cultural en la cual
los estados participantes tengan gran autonomía. No inventaremos la receta,
sugerimos lo que ya está probado. Hace 30 años Hong Kong era una región más
caótica que la frontera actual, con un ingreso per capita de $700 dólares. Hoy
día es el ejemplo de libertad y prosperidad con el ingreso más alto del mundo.
Esta región,
siguiendo el ejemplo de China que ha repetido Hong Kong 17 veces y ya lo
extiende hacia el interior de su territorio, pudiera convertirse en el
laboratorio para llevar el concepto a otras partes de México. Una región de
libertad, creatividad, trabajo y el imperio de la ley. Una región con el
potencial para convertirse en el milagro del siglo XXI y del tercer milenio.